CRÓNICA DE UN SALVADOREÑO EN EL D.F. (PARTIDO EL SALVADOR-MÉXICO)
DEL ENAJENANTE PAMBOL Era un bar con aforo de 500 personas, estaba hasta la madre de lleno, salvadoreños eramos tres más el apoyo del Gaby, mi esposa, mi cuñado y su pareja (mexicanos todos), o sea 7 contra 500 y yo no paré de gritar ¡El Salvador! todo el partido, nunca me burlé de nadie yo andaba en mi rollo animando como seguramente Chamba lo hizo en sus tiempos de jefe de barra, pues resulta que nos encontramos con dos salvadoreños que venían al concierto de Metallica y que traían la playera de El Salvador, cantamos el himno, fue emotivo Saludar la patria orgullosos y oir retumbar al Cuscatlán. El primer gol fue la apoteósis de siete personas y el silencio de las otras 493, por segunda vez veo jugar a El Salvador con cojones, bien, compensando sus limitaciones técnicas con garra, ese Zelaya (11) es talentoso hizo pedazos a Osorio y a Torrado. Los penales fueron inexistentes para ambos bandos, al fin y al cabo se ganó con solvencia. Terminando el partido un señor ataviado con la play...