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Mostrando entradas de marzo, 2010

DJ

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PALABRA DE CÍCLOPE Saca las pastas para amarnos todos rápido, quién sabe si yo resista el viaje, un pasón a estas alturas es lo mismo que tocar el esternón de la huesuda, acá se debe saltar para aguantar el ruido, ese ensamble avasallador del bombo y el bajo que no es música, sino eco acompañante del ritual. El DJ ha salido a escena, el guey es mamey con pose, todo es calculado: bíceps y tríceps obvios, playera negra ceñida, calva deliberadamente rapada, rasgos caucásicos y nombre exótico; luces, muchas de ellas, una pared y el techo del support atiborrados de fresneles y artilugios lumínicos; y en la piedra de los sacrificios esperan la mezcladora, la consola, la Mac portátil, un micrófono para percusiones y otro para voz. El espectáculo comienza, el DJ Alyosha invoca a los dioses con su caracol y diestro captura el sonido multiplicándolo en los altavoces, deja el artefacto marino y con sus palmas hechas agua esculpe sonidos de pajaritos. Retumba el ambiente, lo monótono y la felicida

TRES MIL VEINTE

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PALABRA DE CÍCLOPE Hoy cumple 20 años el suplemento Cultural Tres Mil, Javier Alas en un post de su espléndido blog http://calizdelosdeseos.blogspot.com/ insiste en deslindarse de su calidad de cofundador. El Tres Mil Veinte Aniversario ya está en línea http://www.tresmilveinteaniversario.blogspot.com/ colaboran Caralvá, Javier Alas, David Escobar Galindo, Rafael Lara Martínez, Jorge Galán, Luis Alvarenga, Rafael Góchez Sosa, André Cruchaga y su servidor, en unos días se incorporarán más autores. GO

EL CÁLCULO

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PALABRA DE CÍCLOPE Amaneciste con un dolor tétrico en el riñón derecho, un cordón invisible te jalaba los testículos desde la espalda, se lo atribuiste a la deshidratación alcohólica, la vil resaca, la goma que te estallaba en la cabeza. Te movías en la cama y el malestar se multiplicaba arriba y abajo, de nada sirvieron las cucharadas de aceite de oliva ingeridas como remedio preventivo, las bebidas espirituosas te hicieron añicos, hoy musitabas el “ya no vuelvo a beber” recurrente en los ebrios contritos, los 40 grados Gay Lussac del whisky traslucían seísmos corporales, el sufrimiento de las vísceras. No hallabas la postura adecuada, eras un compendio de ascos y dolencias, bajabas los párpados y la oscuridad giraba, “cálmate” te auto convencías, vaciar el estómago significaba el laxante imperativo. Lograste levantarte, el baño parecía tan lejos, cien metros allá, el espejismo a ocho pasos, caminabas sosteniéndote entre las paredes como báculos fijos, llegaste y el terco riñón segu