REFLEXIONES PREVIAS AL PARTIDO EL SALVADOR-MÉXICO

DEL ENAJENANTE PAMBOL


1) Es lamentable que el honor nacional salvadoreño se juegue en un partido de fútbol. Hace 40 años se produjo un conflicto bélico entre El Salvador y Honduras que fue mal llamado "La Guerra del Fútbol", los orígenes no fueron los 180 minutos de andar persiguiendo la pelotita para darle de patadas sino la repartición de tierras en Honduras que pertenecían a salvadoreños. El recordatorio histórico viene a cuenta porque quiere decir que la mentalidad del salvadoreño ha cambiado poco, por lo menos es lo que se refleja en el exterior. Pareciera que ahora somos trogloditas de izquierda, pero trogloditas al fin y al cabo.


2) México es infinitamente superior en términos futbolísticos, hay una liga fortalecida que ha ido transformándose desde principios de los noventa lo que ha permitido competir en copas de sudamericanas y europeas (Libertadores, Sudamericana, Teresa Herrera, etc.), sin embargo, a nivel de selecciones anda de capa caída eso no quiere decir que no se pueda levantar en cualquier momento, El Salvador por el contrario tuvo su etapa culminante antes del mundial de España en 1982 y a partir de ahí el descenso ha sido vertiginoso lo que ha ocasionado que esté en el lugar 100 en el ranking de la FIFA, dudoso honor compartido con potencias futboleras como Burkina Fasso, Vietnam y las Islas Fidji.


3) Como en todo proceso dialéctico a toda acción corresponde una reacción ¿cómo esperaban los salvadoreños que respondiera la prensa mexicana cuando se corrió la voz de que se usarían cubrebocas en el estadio?, ¿acaso se esperaba que los cubrebocas que usamos durante quince días en la Ciudad de México silenciara a los comentaristas?, ¿ahora ya nadie se acuerda que el ex presidente salvadoreño fue comentarista deportivo con toda la escuela mexicana?, en ese sentido las opiniones de David Faittelson, José Ramón Fernández, Carlos Albert y demás resultan naturales.

4) El monumental Estadio Cuscatlán fue construido a semejanza de los estadios de Tampico en Tamaulipas y de León en Guanajuato, eso no le quita su belleza a ese templo futbolero, pero es importante que se conozca de donde viene. La última vez que estuve ahí fue en una final Águila-Firpo, partido malísimo que me hizo huir del estadio. Por cierto, que viva el Águila y San Miguel (Ah, la canción Viva el Águila es la misma de Viva México con obvios cambios en la letra).


5) De algo que tampoco nadie se acuerda es que la hinchada salvadoreña fue la primera que puso de moda la burla hacia los símbolos patrios de otros países, esto sucedió la última vez que se le ganó a México (2-1) en 1993.


6) ¿Quién ganará? yo espero que sea El Salvador jugando fútbol y no repartiendo patadas, es necesario, aunque a la larga signifique una victoria pírrica. Yo veré el partido en un bar y gritaré los goles de la selección salvadoreña si los hay, es una lástima que no tenga la playera azul pero me pondré la que mas se parece que es la del Cruz Azul (el equipo de mis amores con el que siempre he estado en las buenas y en las peores ya que quedamos en último lugar de la tabla general).


7) ¿Qué es lo que espero de la afición salvadoreña? viendo la actual coyuntura es difícil pedir civilidad, animen pero no agredan, respeten porque El Salvador le debe mucho a México a nivel cultural, al final es un partido de fútbol y sólo eso.


Gabriel Otero



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