DE ROQUE EN ROQUE (Segunda Parte)

PALABRA DE CÍCLOPE


Los poetas nacen para amar y ser amados

Tenía 25 años y un cuerpo esculpido por la generosidad de la madre naturaleza, intentaba disfrazar su acento salvadoreño con el típico cantadito chilango, su cara le hacía los honores al resto de su anatomía, era una mujer crisol de deseos urgentes y sentimientos intensos.

Vivía en Lindavista, para ser exacto, a siete cuadras de mi casa, no se le podía pedir más a la vida si a la mano se poseían el amor y la lujuria, aunque no en ese riguroso orden.

En teoría, y en la bendita práctica, ella me sedujo con todas las leyes del cuerpo, precisa y diligente, llegó inesperada a robarse mis vestigios personales de lo que llaman adolescencia.

Nos comíamos ansiosos cada vez que se podía y no le gustaba hablar de otra cosa más que de poesía.

Ella me sumergió en los océanos de la obra de Roque Dalton y era una más de su legión de enamoradas porque los poetas nacen para amar y ser amados.

Yo apenas trazaba mis primeros garabatos y de tanto tropezar aprendí que los versos están escritos en las mismas piedras y en todo lo que existe o lo que se inventa.

Con ella experimenté que lo carnal es lo absoluto y que los mañanas no importan si hoy no se viven los instantes. Su lema parecía ser que el tiempo es hoy aunque cueste la vida.

Es exquisito cuando el amor reside entre las piernas y se complementa entre oquedades, pero tiene la desventaja del hastío si brotan los celos y las territorialidades.

Ninguno de los dos estaba para ser propiedad del otro, yo mucho menos que ella, la sola idea del compromiso espantaba a los muertos, los andrógenos son volátiles y los ímpetus se me fueron apagando por los acosos.

Dos escenitas bastaron para asesinar la pasión: en una, obscenamente pública, se presentó en mi colegio en exámenes finales a cuestionarme a gritos el por qué no la había visitado en una semana; y en otra, aterradoramente privada, estuvo a punto de tirarse por la ventana con el pretexto de que yo no la quería más.

Sin embargo, sin reconciliación de por medio, nuestra despedida fue triste, se inscribió en un programa de refugiados en Canadá, y según supe, continúa brindándoles su gloria a los ángeles. Afortunados y tolerantes sean.

Gabriel Otero


Comentarios

Anónimo ha dicho que…
oseya que la chava te quito la virginidad, te enseno el camasutra, te enseno el oceano de dalton y se dio una gran enculada, y vos....

sorprendente Gabi eras algo amante bandido
Gabriel Otero ha dicho que…
Un poquito nada más, saludos. GO
Anónimo ha dicho que…
Le hiciste el Kamasutra completo y por eso te andaba siguiendo como tu sombra, pero sin duda era mas feya que la ciguanaba y por eso te hiciste el de los panes, ves que te mereces una estatua, una estatua estilo Apolo
Gabriel Otero ha dicho que…
La Sihuehuet....¿no serás tú una especie de Cipitío cibernético apareciéndose de blog en blog?

Saludos
GO
Anónimo ha dicho que…
ni en pintura el cipitio, ya me bautizaste trol
a lo mejor troll pero no trol
y mejor dicho LEPRECHAUNS
¿comprendes? a proposito en este momento estoy deleitando una deliciosa Guiness
a lo mejor un dia de tantos te invito un par de Guiness, esas si que son polarizadas -NEGRAS- o en honor a Joyce te invito un cafe del estilo dublines con el insustituible whisky Jameson

tioc far la!
-Neil (leprechauns)


pues no de blog en blog
Gabriel Otero ha dicho que…
Los famosos leprechauns, yo hablaba no de los trolls escandinavos sino de los trols hostigosos, salud por la Guiness y prefiero el whisky escocés al bourbon o al whisky irlandés, te acepto el café, tú dirás si en Belfast o en Dublín.

Saludos
GO
Gabriel Otero ha dicho que…
Por cierto, ¿desde dónde escribes?
GO

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