AY MONSEÑOR
PALABRA DE CÍCLOPE
Gabriel Otero
Ay monseñor, monseñor, nos tiene estupefactos
monseñor. Le guardamos duelo a un mural que tardó años en gestarse y horas en
destruirse, que manera tan extraña de amar a su rebaño monseñor.
Lo imagino tomando la decisión fatal: no sé
si haya invocado al espíritu santo, y éste haya descendido en forma de paloma,
colibrí, zopilote o algo lumínico, un haz, una idea, un rayo, que sé yo, el
Señor es raro como sus misteriosas manifestaciones, a Él le atribuyen la
perfección y las equivocaciones a sus representantes.
Se le armó la de San Quintín monseñor,
supongo que ya está asesorado por un experto de escenarios en crisis, dos mil
700 azulejos o piezas de cerámica son el precio del escándalo, construir el mural
de nuevo es la genuflexión imperativa para que su grey no se desvíe en el
camino al paraíso.
Acá entre nos, a la iglesia no le conviene
seguir dilapidando adeptos y credibilidad, a cada error, por mínimo que sea, se
abren viejas cicatrices y se recuerdan siglos de abusos y torpezas: hasta 2007
la iglesia católica había perdido en 15 años un 4 % de su feligresía (1), cifra bastante
respetable si se considera que existen 1 billón 181 millones de bautizados en
el mundo (2).
¿Qué costo tienen el perdón y la humildad? Póngase
en los pies de los dos mil 700 creyentes y familias contribuyendo a mejorar la
inacabada Catedral Metropolitana de San Salvador, el templo de todos, testigo
de tantas matanzas y recinto desde el que Monseñor Romero proclamaba sus
esclarecedoras homilías cuando asesinaban a mansalva a su pueblo.
La ineptitud no tiene memoria monseñor, la
identidad de un país se construye día con día y vaya que a El Salvador le ha
costado encontrar símbolos de unión entre sus habitantes. Y a lo mejor la
nuestra es una identificación playera, primitiva, ingenua, artesanal, colorida
y de toalla, pero al fin y al cabo es de nosotros.
Hace 20 años que intentamos reconciliarnos,
el mural de Fernando Llort “La armonía de mi pueblo”, con denominación de
origen de La Palma, era el homenaje a la paz y la esperanza, tan maltrechas en
estos días por la voracidad y corrupción de los de siempre.
Ay monseñor, monseñor, el crimen no tiene fe
y no es de cristianos cometerlo monseñor, lo suyo fue un asesinato contra el
arte y la identidad, aunque usted lo quiera ver con otros ojos.
¿Habrá cabida para el arrepentimiento
monseñor? ¿O la rectificación vendrá a paso de caracol como ha sucedido perpetuamente
en la historia oscura de la iglesia?
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(1) “Preocupa a obispos baja de
la grey católica; disminuyó 4% en 15 años”,
La Jornada, edición electrónica, 20 de abril de 2007
(2) Cifra según el Anuario Pontificio 2011
Comentarios
-Hermano Tovi
va pue: un saludo en cristo
gueno don Otero ejpero que no se alla adictiado a los videos evanjelicos que jin duda allo ujte otros en yutube veda, como avra dejcubierto ay unos pajtores algo payazos y jotros que seles nota lo farijeos que son asiendo milagros y sale la jente en la tarima de los estadios que les da la chiripiolca. yo tenia mi iglesita evanjelica aqui por la colonia ejcalon pero miasilla sudar mucha adrejnalina ajiesque oy mejor voy poner una iglejita jare-crisna que ej mas ejpiritual y pazifijta. aji que ay le paso la direccion pal donativo paypal
gueno le deseyo los ejpiritus de buda le iluminen su mantra
ypongase un posteyo vien cultural
-Hermano Tovi
Chewbacca WonderKat.
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