LOS CIELOS DE LA LUNA (Segunda y última parte)

PALABRA DE CÍCLOPE Fotografía histórica, buena parte de los poetas salvadoreños rindiéndole homenaje a un espacio: La Luna Del whisky en los crepúsculos La casa era amplia como las que se construían antes, Oscar Soles jugaba en sus paredes a ser el dios de los colores, los otros socios y adeptos de La Luna explotaban sus talentos: recuerdo a Alvar Castillo detrás de su teclado eléctrico, a Julito en la barra en el rol de confidente de borrachos solitarios, a Gracia Rusconi y Carmen Elena Trigueros colmando de bebidas a los anhelantes, a Quique Rusconi y Jaimito Aquino riéndose porque volaban las moscas, a Pedro Portillo de exótico curandero de almas y a la siempre omnisciente Beatriz Alcaine pendiente de todo lo que pasaba. Me convertí en asiduo de La Luna, a cada cliente le hacían sentir la calidez de ser el único porque al entrar y sentarse ahí se corría el riesgo de descubrirse a si mismo. A principios de 1992 nos reunimos Beatri...