DJ

PALABRA DE CÍCLOPE Saca las pastas para amarnos todos rápido, quién sabe si yo resista el viaje, un pasón a estas alturas es lo mismo que tocar el esternón de la huesuda, acá se debe saltar para aguantar el ruido, ese ensamble avasallador del bombo y el bajo que no es música, sino eco acompañante del ritual. El DJ ha salido a escena, el guey es mamey con pose, todo es calculado: bíceps y tríceps obvios, playera negra ceñida, calva deliberadamente rapada, rasgos caucásicos y nombre exótico; luces, muchas de ellas, una pared y el techo del support atiborrados de fresneles y artilugios lumínicos; y en la piedra de los sacrificios esperan la mezcladora, la consola, la Mac portátil, un micrófono para percusiones y otro para voz. El espectáculo comienza, el DJ Alyosha invoca a los dioses con su caracol y diestro captura el sonido multiplicándolo en los altavoces, deja el artefacto marino y con sus palmas hechas agua esculpe sonidos de pajaritos. Retumba el ambiente, lo monótono y la felicida...