¿CÓMO LE GUSTARÍA MORIR?

PALABRA DE CÍCLOPE Ilustración de www.infoagua.org Uno nunca sabe cuándo, cómo y dónde morirá, aunque se tenga la certidumbre que en cualquier momento pueda suceder. Es tan frágil el trazo divisorio entre la vida y la muerte que sus límites se diluyen y a veces aseguramos que la defunción es parte de la existencia misma, el fin último por el que nacemos. Morimos desde que somos concebidos, el crecimiento toma forma de curva o de parábola, los extremos del inicio y del final están alejados pero a un mismo nivel, esto en el entendido de que el transcurso de nuestra vida no tenga sobresaltos, accidentes o circunstancias que corten prematuramente su proceso natural y la terminen de tajo. Sabemos cuándo, cómo y dónde nacimos por ser parte de la vida de alguien mas, nuestros padres, quienes al unirse voluntaria o incidentalmente nos generaron dentro de su ciclo vital prolongándose en nosotros. Conocemos dos formas exactas de nacer, una el parto natural y otra mediante cirugía o cesárea, las ...